BIBLIA Y GOBIERNO[1]
Repensar los fundamentos
Prof: Miguel España
Lunes 17 de Septiembre del 2018
Managua, Nicaragua
En los 449 años de traducción de la biblia al castellano.

LA BIBLIA COMO COMPENDIO DE PROYECTOS POLÍTICOS

La biblia es un texto escrito durante muchos siglos, por muchas personas, principalmente sabios de cortes, sacerdotes. Esto significa que la biblia no es un texto escrito por el pueblo, sino por personas tomadoras de decisiones políticas, o mejor dicho, por personas que tenían en sus manos el destino del pueblo de Israel.
Por otro lado, según la mentalidad de aquellos tiempos (xiii a.d hasta xvi d.c) no existía separación entre religión y estado/política. Por ello las decisiones políticas tenían carácter religioso y las religiosas consecuencias políticas.
Por ello la biblia es la síntesis de proyectos políticos-religiosos, que tenía como objetivo la conformación de la historia, la religión y el gobierno de un pueblo que batallaba por su destino desde la fe en Yahvé, Señor de la liberación y de la historia: Israel.
El proyecto de la Monarquía (XIII), el proyecto del reino del norte de israel (IX), el proyecto de Josías, llamada también reforma deuteronomísta (VII), el proyecto de Nehemías (IV) son ejemplos de estos proyectos.
La literatura profética es testimonio de las arengas de Dios contra Israel olvidadizo de la Alianza, poniendo ante Israel volver el corazón a Dios o sufrir las consecuencias inmediatas: morir por otros pueblos; respecto al profetismo apocalíptico, se trasladó al futuro la justicia y juicio divino, de manera que la futura destrucción de los malvados, la promesa del mesías y la restauración de Israel (por el remanente fiel) serán cosas del futuro gobierno de Dios.   
El Nuevo Testamento cambia el tono: Si la esperanza de Israel político (según la carne) es la restauración terrenal de Israel, según la grandeza política de Salomón (mesianismo etnocentrista), ya en el Nuevo Testamento la esperanza trasciende: el reino de Dios es Universal, trasciende la cultura judía y sus ritos (Hech: 10. 14-17). En Jesucristo no hay griego  ni judío (Gal. 3: 28)
Con Jesucristo no se inaugura un proyecto de gobierno político humano, al contrario todo han sido juzgados en la cruz, sino que se ha revelado el reino de Dios para todos los pueblos de la tierra. 
La palabra reino tiene una amplia historia, que no resumiré, solo diré que reino es el área de influencia de unos poderes. Por ejemplo, el reino del norte Israel tenía su límite de influencia con el reino del Sur en Palestina del siglo IX a.c. Cada reino tiene su área de influencia, sus autoridades y sus formas instrumentales eficaces para proteger su soberanía y para guardar la paz y la justicia dentro de sus fronteras.
La propuesta bíblica es el reino de Dios, o sea, la soberanía de Dios.
Existían otros dioses “soberanos” en los reinos e imperios de la antigüedad como Amón Ra, Baal, Zeus, etc. Soberanía se entendía en las religiones políticas circundante a Israel como “dominio absoluto de los dioses, que dominaban de manera absoluta en la tierra a través de sus representantes: emperadores. Monarcas-semidioses”. Esta soberanía era cruel para con los que no se sometían.
La soberanía de Dios en la biblia no es cualquier tipo de soberanía. El tipo de soberanía en la biblia está íntimamente relacionado, o mejor dicho, surge de la naturaleza del Dios del reino. Entonces: si los dioses circundantes eran dioses de la guerra, de dominación y explotación, su reinado o gobierno reflejará este carácter demoniaco; pero el Dios de la biblia se da a conocer de manera definitiva a Israel en la liberación de Israel de la tiranía de los dioses egipcios. Por lo tanto el reino de Dios de la biblia es un reino de justicia, que salva a los esclavizados y da esperanza de una vida digna en justicia en una tierra que fluye leche y miel.
En el Nuevo testamento habla no solo de reino de Dios, sino de manera exacta habla de “reino de Dios y su justicia”.
Mt: 6: 33ª: Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia.
Resulta que no podemos hablar de reino de Dios a secas, sino de la justicia que es el fundamento, motor, poder y seguridad de vida de ese reino de Dios: ésa justicia no es más que JESUCRISTO.
Rom. 3: 21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas.
Entonces cuando hablamos del reino de Dios, hablamos del gobierno de Dios, pero la naturaleza de éste gobierno divino es la justicia, Jesucristo mismo. El gobierno de Dios es el reino de la justicia. 

PROYECTOS POLÍTICOS Y LA INSTRUMENTALIZACIÓN DE LA BIBLIA.

En la historia de occidente la biblia es central. La cultura, el derecho, las artes, la filosofía, e.o., esta medida, influenciada, negativa y positivamente, por la biblia.
El Antiguo Testamento (Tora) fue y sigue siendo fuente del derecho judío, (y en parte también para musulmanes), con el canon cristiano (AT y NT) la biblia fue la fuente de gobierno en la edad media ya que la vida política-jurídica y religiosa era una misma cosa (el derecho romano, la concepción tomista del derecho natural es muestra de ello), la biblia fue fuente de gobierno para Calvino:
La Teocracia fue fundamental en la sociedad Reformada de Calvino, puesto que el creía que todo el estado debe ser gobernado por Dios, y el estado debe estar completamente dedicado a Él. La teoría política de Calvino incluye una distinción entre iglesia y estado, controles y balances en el poder, y la sumisión ciudadana al estado, y la responsabilidad del estado frente a Dios.  (Gatis)
Los emperadores tenían que ser investidos por los Papas y jurar por la biblia. Los reyes en la modernidad de igual manera. Hoy día en estados unidos se juramenta con la biblia y la constitución política a los presidentes. En la Asamblea Nacional de Nicaragua así se ha hecho, no sé si aún.
La biblia ha servido en distintas épocas y estados para justificar gobiernos seudo-cristianos, manipulando no solo la cultura religiosa cristiana popular sino las mismas Escrituras en busca de justificaciones para actos tales como de guerra (guerras santa-cruzadas), la Inquisición (Copérnico-Bruno-Galileo-Brujas-Protestantes), mesianismos políticos (Hitler, Bush)

 LA AMBIGÜEDAD DE LOS GOBIERNOS-INSTITUCIONES 

En la biblia las autoridades terrenales políticas (potesta), tal y como han funcionado, están bajo el signo de la ambigüedad del pecado, ya que representan la “explotación del hombre contra el hombre y la naturaleza”, el homo homini lupus.
Dios como creador de todo cuanto es, es la fuente originaria de todo poder. Poder en la visión bíblica es “poder obediencial”, “poder-servicio”, “poder amor”: obedecer a Dios, servir a nuestro prójimo y amar. Estos no son tres distintos poderes sino tres expresiones de un mismo poder.
Dios ha dado este poder al ser humano para organizarse, reproducir la vida digna en comunidad de iguales, dividir el trabajo, distribuir los bienes y procurar por las normas y leyes regular la vida comunitaria, o sea, las instituciones sociales y políticas. Es nuestra naturaleza humana, ser seres societarios, o como diría Aristóteles: zoo politikón. A esto se le llama “oikonomía”, de donde viene la palabra economía, y también oikumene, de donde viene la palabra humanidad. La “oikonomia” es poder: servir, obedecer, amar a todos. (Gen. 1:26-31) La oikonomía como principio de buen gobierno. Es la Koina de hech. 2: 44.
El problema es cuando se invierten los fines y los medios: las instituciones-gobiernos están puestas por Dios para servir a las comunidades en sub realización y búsqueda de vida plena, pero las instituciones-gobierno se convierten en fetiches, demonios que en vez de servir al bien común sirven a Mamón, Baal, a los “principados y potestades” de este mundo. Bajo el signo de la ambigüedad de las instituciones-gobiernos estas se utilizan para enriquecer a los ricos, para interpretar la ley a los amigos y aplicarla a los enemigos, para perseguir y encarcelar a los disidentes.
Esto es la corrupción de las instituciones-gobierno del plan de Dios, es la demoníaca inversión de valores donde el ser humano es medio para otros fines: empresarial, político, religioso. El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado (Mc. 2: 27) A esto se le llama la crematística, donde el dios dinero-mamón es la norma que da razón y valor a todo según la lógica costo-beneficio a favor de los poderosos de este mundo.

GOBIERNO DE DIOS O GOBIERNO “COMO TODAS LAS NACIONES”

Samuel 8:
4Por eso todos los ancianos israelitas fueron a Ramá para hablar con Samuel, y le dijeron:
«Es un hecho que tú ya eres viejo, y que tus hijos no siguen tu ejemplo. Por lo tanto, escógenos un rey, como lo tienen todas las naciones, para que nos gobierne.»
Pero a Samuel no le agradó esta propuesta de dar al pueblo un rey que lo gobernara; entonces oró al Señor, y el Señor le dijo:
«Atiende todas las peticiones que te haga el pueblo. No te han rechazado a ti, sino a mí, pues no quieren que yo reine sobre ellos.Están haciendo contigo lo que han hecho conmigo desde que los saqué de Egipto: me están dejando para ir y servir a otros dioses. Tú, atiende sus peticiones, pero aclárales todos los inconvenientes, y muéstrales cómo los tratará quien llegue a ser su rey.

“Las Naciones” y sus gobernantes se enseñorean  de sus súbditos (, o sea, los dominan con coerción, opresión, represión) Mt. 20: 25-28. El problema no es el gobierno en el pueblo de Dios pero orientado por el único rey y Señor Jehová, sino que Israel quería un gobierno como los de las otras naciones circundantes.
Para esa época se entendía que las formas de gobierno político eran “representación” de las formas de gobierno y poder de los dioses patrones de esas naciones. Si una nación era esclavista y guerrera era porque su dios era guerrero, esclavista, cruel. En Egipto, por ejemplo, Amón Ra tenía esclavos a su servicio. La esclavitud y la idolatría van de la mano en la biblia. Jehová es Dios que libera de las esclavitudes; los otros dioses esclavizan. He allí el grave peligro de abandonar a Jehová liberador para ir en pos de formas de poder y gobiernos que no tienen como fundamento al Dios liberador y amoroso que nos justifica y nos da salvación.
Toda forma de gobierno tiene como fundamento una idea de bien, de justicia y de paz; si estas categorías centrales tienen su definición por un dios cruel, esclavizados, asesino, opresor y represor entonces aparecerán formas de gobiernos como el Nazi, el Stalin, y las formas de dictaduras en Latinoamérica. Por ejemplo la Pax Romana, la Pax Americana, la Teocracia Iraní…
El gobierno de Dios es donde prevalece la justicia, el bien y la paz como protectores de la vida de las personas, como fundamento de derechos humanos, como reguladores de las formas económicas y de intercambios. El gobierno de Dios tiene su fundamento en las conciencias de los hombres y mujeres justificados y transformados al poder-bien-servicio-amor. Todo gobierno aspira a que sus ciudadanos adopten las leyes y orden no por miedo a la ley (Rom. 13. 3b) o la sanción (Rom. 13: 5) sino y principalmente por co-percepción moral (συνειδησιν),  a la que se viene co-participativamente (e-sword, G4893-94). En las traducciones se traduce: por razones de conciencia.

En este marco es que tiene mayor sentido Rom. 13. 

Este texto ha generado mucho debate entre teólogos y teólogas. Yo solo anotaré una cuestión central:
Rom. 13: 8b: quien ama al prójimo ha cumplido la ley. El amor es el cumplimiento de la ley (1 carta de Juan)
Pablo en Romanos 13 entiende que la fuente de toda autoridad (exousia) es Dios. Esas autoridades son “esferas de autoridad” que están “establecida” (τεταγμεναι: puestas en orden) y en “disposición” (διαταγη: con arreglo a; en orden a) para juzgar toda buena obra (αγαθω εργω αλλα) (Cf: 2 Cor. 9: 8; Rom. 2: 6-7) o toda obra mala (κακω).
Una palabra clave aquí es “αρχοντες” que se traduce como “gobernantes” (Rom. 13.3). Pero creo que debe precisarse mejor esta categoría. Arkontes en la cultura greco-romana son “principios” que dan coherencia, sentido y orden a todo. Por ello debe traducirse mejor como “Leyes”, “Instituciones” ya que estas son las que dan orden a la sociedad; mientras que los gobernantes solo son individuos investidos con arkontes. No debemos identificar función con funcionario. Este es el principal peligro en las sociedades.
Estos arkontes son las autoridades puestas por Dios (Así como la Torah para los Judíos, así como la Constitución Política de Nicaragua para los nicaragüenses) Estos "gobernantes" no tiene autoridad en si mismos sino que representan la autoridad de Dios, ya que "toda autoridad viene de Dios". 
Estas autoridades entonces refieren a la JUSTICIA o al orden político-jurídico bueno (αγαθον. Rom. 13: 3b): Obra bien y tendrás su aprobación. (Aprobación del arkontes-agatón-Justicia)
Pero resultad que aunque la función del gobernante es impartir justicia según la Constitución Política, Leyes, estos pueden desvirtuar, corromper el derecho y la justicia (Miq. 3: 9).
Así que Dios instituyó el orden del derecho y la justicia, y a esta hay que sujetarse. En algunas traducciones traducen la palabra “upo-tassesto” (υποτασσεσθω) por “someterse” pero es mejor la traducción de “sujetarse”. Upo-debajo y tassesto-disponerse tiene un sentido de orden bien estructurado donde cada quien tiene asignado o dispuesto un lugar al que, aunque le fuese asignado por un superior, éste lo asume con firmeza. Es la imagen de una estructura militar.
Por esta razón al  “upo-tassesto” Pablo le opone el anti-tassomenos (αντιτασσομενος. Rom. 13:2a) o sea, los que se “oponen” al orden o la autoridad: los que se oponen al orden de la justicia. Por ello “someterse” no es la mejor traducción ya que ésta tiene un sentido de alienación a poderes no necesariamente JUSTOS.
SINTESIS: Dios dispuso arkontes de donde viene la exousian; todos debemos sujetarnos al orden que establecen estas autoridades que sostiene el agaton y sancionan los kakos. Los arkontes son principios de orden hacia la JUSTICIA y no funcionarios o gobiernos y sus ideologías políticas. Al final solo la justicia y bien de Dios define un verdadero y legítimo gobierno.

DISCERNIMIENTO DE ESPÍRITUS (1 CORINTIOS 12. 10B) Y LOS STOIKEIAS (Col. 2: 8)

1 Corintios 12: 10b nos enseña que dentro de los dones que el Espíritu Santos otorga a su iglesia es el “discernimiento de espíritus” (διακρισεις πνευματων-diakriseis neumatón).
·        DIAKRISEIS: es un tipo de pensamiento crítico, de razonamiento que juzga, problematizador. Aquí Pablo está pensando como el más respetable filosofo moderno, que todo lo juzga, que todo está en paréntesis, en duda metódica para “probar la verdad de cada cosa”. No debemos creer a todo espíritu (1 Juan. 4: 1) sino discernirlos. La metáfora de un juicio, donde se debe probar con firmeza la verdad de los hechos, es la mejor imagen para entender la fuerza de lo que está diciendo Pablo.  
·        NEUMATÓN: Según H. Berkhof[2] estos “neumatón” son los Principados (αρχαι: gobiernos)  y Potestades (εξουσιας poderes) que, por ejemplo, se mencionan en Efesios 6: 12 dice:

οτι porque ουκ no εστιν está siendo ημιν a nosotros η la παλη lucha προς hacia αιμα sangre και y σαρκα carne αλλα sino προς hacia τας a los αρχας gobernantes προς hacia τας a las εξουσιας autoridades προς hacia τους a los κοσμοκρατορας gobernantes mundiales του de la σκοτους oscuridad τουτου esta προς hacia τα a los πνευματικα espirituales (seres) της de la πονηριας maldad εν en τοις los επουρανιοις (lugares) celestiales

Estas “autoridades” (exousian) se refieren a “rudimentos del mundo” (στοιχεια/stoikeia: Col. 2: 8; 20…) o sea doctrinas, ritos, normas, pero lo que mas importa es que también se refiere a sistemas de gobierno, o sea, ideologías políticas que esclavizan.
Por lo que Pablo nos llama a “discernir” todos estos “espíritus”, entre ellos las formas ideológicas políticas, que se expresan en formas de gobiernos y luchas de poder que quieren esclavizarnos (STOIKEIA), pero de los cuales Cristo nos ha librado.
Estas Stoikeias pueden entenderse a la manera de los “dispositivos” que Agamben define, refiriéndose a Foucault,  como:
“cualquier cosa que de algún modo tenga la capacidad de capturar, orientar, determinar, interceptar, modelar, controlar y asegurar los gestos, las conductas, las opiniones y los discursos de los seres vivientes”[3] 

Estos Stoikeia o dispositivos son “paradigmas”, “modelos”, “filosofías”, “ideologías”, “políticas” que pretenden ejercer el gobierno sobre las personas, pero no desde el “ser”, sino en el puro “hacer”(Agamben), lo que podríamos entender como ejercer el poder por el poder, el pragmatismo político, la política como mecanismos/dispositivos de dominación, la política sin ética.
Existe una lucha por conquistar los “lugares celestiales” (επουρανιοις). Estos lugares celestiales pueden estar relacionados con los lugares donde estamos sentados juntamente con cristo (Ef. 1.3; 2.6; 3:10) o con fuerzas opuestas a Dios (Ef. 6.12) Desde un punto de vista no mitológico “lugares celestiales” puede significar lugares ontológicos dentro de la estructura de gobierno del mundo-kosmo. El orden del mundo depende de qué fuerzas gobiernan en estos lugares celestes: gobiernan los STOIKEIAS o los ARKONTES (Leyes-Instituciones-bien-justicia)  
 Los lugares celestiales serían en este contexto la estructura del mundo, pero que están gobernadas por estas exousian-stoikeia (autoridades-rudimentos) de los cosmokratoras tu skotus (poderes mundanales de oscuridad)  Pero estas “autoridades-rudimentos” han sido desnudados (απεκδυσαμενος) y exhibidos para vergüenza (εδειγματισεν) por la cruz de Cristo (Col. 2: 14-15), restableciendo su principio original que es Principio de Gobierno para la justicia, y por lo tanto son los lugares celestiales (epouraniois) donde los creyentes están sentados. Efe 1.2; 2.6.
Obviamente las Potestades-Gobiernos de este mundo (sean ideas, normas, política) son “kosmokratoras” de oscuridad y maldad que aún rigen las vidas de las sociedades, pero que no deben regir las vidas de los creyentes, ya que Cristo ya anuló todos los decretos de estas fuerzas en contra nuestras. A contrario “todo es nuestro” y “nadie os juzgue” (Col. 2: 16ª)

LA BIBLIA COMO LENGUAJE LIBERADOR QUE NOS LIBERA DE LOS PODERES DE ESTE MUNDO

Cito algunas reflexiones de J. Moltmann sobre el lenguaje liberador de la biblia:
Anunciar el futuro de Dios en conexión con la resurrección de Jesús significa anunciar la victoria de la vida y el amor sobre el infierno de las injusticias. Y este es el lenguaje de la liberación por excelencia, puesto que habla no solo de la liberación respecto de tiranos históricos y respecto a la dominación explotadora, sino más aún se refiere a la misma liberación respecto a la tiranía de la historia: la liberación respecto a la muerte y su poder y respecto a la culpa en la vida personal y en la vida política...
El lenguaje de la biblia es el lenguaje de la liberación del hombre…  el lenguaje de la biblia no se puede petrificar en un lenguaje sagrado, sino que se orienta al hablar vivo y liberador en las nuevas situaciones y generaciones a través de la historia... pero si el lenguaje de la biblia es el lenguaje de la liberación es porque está orientado a un hablar nuevo, que nos libera en las situaciones nuevas.
Frente a las diferentes formas de dominación debemos entender la Biblia como Mensaje Liberador, la biblia es la memoria de la liberación de amor creativo de Dios del nihil (creatio ex nihil), la liberación del miedo a las fuerzas del mito y del eterno retorno cuando Dios llama a Abraham de Ur por FE (el inicio y principio de la historia humana es la fe de Abraham), la liberación de Egipto de Israel, la liberación de Agar de manos de Sara;  la liberación de la muerte, la culpa, y las guerras por el don del amor en Cristo Jesús.

Pero debemos liberar la biblia del lenguaje inhabilitador y religioso de que es víctima por las stoikeias o dispositivos de los discursos religiosos y políticos que utilizan la biblia para justificar y legitimar la intolerancia, el embrutecimiento en nombre de “sanas doctrinas” político y religiosas. A esto Moltmann les llama “lenguaje de dominación”.

Para ello Moltmann[4] nos propone lo siguiente:

        El lenguaje liberador se relaciona de manera crítica (discernimiento de espíritus) con el lenguaje y las estructuras lingüísticas de la dominación (stoikeias).
        El lenguaje liberador debe aprender el lenguaje de la cruz (El servicio, amor y entrega total)
        El lenguaje de la teología "se ha visto restringido preferentemente al círculo vicioso de los remordimientos, de la ley... ese lenguaje despolitizó el modo de entender al pecado y relacionó el lenguaje de la liberación solamente con la persona individual.
        El lenguaje liberador tiene que aprenderse y expresarse en las manifestaciones concretas de este círculo vicioso (trabajo alienado, derecho penal,... teología despolitizada) de la vida religiosa, política y social (o sea, debe recordar siempre la teología a los poderes de este mundo que CRISTO HA VENCIDO SOBRE ELLOS, Col. 2: 15 y que Él es quien tiene todo gobierno y potestad, ante el cual toda rodilla se doblará Fil. 2: 10)

CONCLUSIÓN

La biblia contiene un mensaje claro acerca de los gobiernos y poderes. Dios es el origen y principio de donde emana toda legitimidad, verdad y justicia como principio de autoridad y gobierno. El “gobierno” puesto por Dios son las Leyes-Instituciones-Constitución que refleja la “protesta” (Dussel: gobierno del pueblo) y no la “voluntas”[5] de un político o caudillo, o de los interés del Capital.
Los “principados y potestades” solo son “rudimentos de este mundo” que pretenden guiar y dominar las vidas de las personas bajo el influjo de los “poderes mundanales de oscuridad”, pero que en Cristo han sido despojados de toda autoridad, y ahora deben obediencia solo a Cristo. El “lenguaje de liberación” es la biblia, que nos revela al Dios que libera por amor para que andemos por amor.
Dios como creador de todo cuanto es, es la fuente originaria de todo poder. Poder en la visión bíblica es “poder obediencial”, “poder-servicio”, “poder amor”: obedecer a Dios, servir a nuestro prójimo y amar. Estos no son tres distintos poderes sino tres expresiones de un mismo poder. Todo gobierno queda juzgado y medido sobre la base del gobierno de Dios, que es JUSTICIA, MISERICORDIA, AMOR Y PAZ.


[1] Este artículo fue preparado para ser compartido en una conferencia a la que Sociedades Bíblicas de Nicaragua me invitó, en el marco de la celebración de los 449 años de traducción de la biblia al castellano.  
[2] Berkhof, H (1977) Cristo y los poderes. Gran Rapids. Editorial TELL. Pág. 21-30
[3] Agamben. G (2014) ¿Qué es un dispositivo? Buenos Aires. Adriana Hidalgo editora. Pág. 7-8
[4] Moltmann, J (1974) El lenguaje de liberación. Salamanca. Sígueme. Pág. 165 ss.
[5] Dussel. E (2006) 20 tesis de política. Mexico DF. Siglo XXI, pág. Tesis 3: el poder institucional como “potesta”.

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