ÉTICA Y FE
Reflexiones ante el Fundamentalismo Evangélico y la creciente
Crisis.
Luis
Sánchez.
Comunicador
Radial
Estudiante
de teología
Para entender este término
–Fundamentalismo- tenemos que remontarnos a su origen a finales del siglo XIX,
los protestantes que hasta ese entonces se habían llamado Evangélicos se
sentían fuertemente amenazados por la creciente secularización en la sociedad
norteamericana. Para este mismo momento ya existía una propuesta muy influyente,
La Teología Liberal que había sido introducida por Friedich Sheirmacher en 1799
pero también les amenazaba el evolucionismo ya que los conservadores se oponían
al cuestionamiento científico de la Biblia y la creación. Es desde allí, como
nace un intento de (defensa ) con la interpretación literal del texto bíblico,
como palabra inerrante de Dios y también suma a todo esto la transformación
social en las ciudades del norte, con la rápida industrialización aparece el
consumo masivo del Cine, Bailes, Tabaco etc. Claramente se veían intimidados
según ellos por este declive de la Moral a lo que había que responder de manera
pública.
Ante su percepción de una
grave crisis los Fundamentalistas respondieron con un énfasis muy fuerte que
basaban en una moral individualista, ultra conservadora. Su ética, como su
Teología fue muy reduccionista ya que consistía en cinco prohibiciones: no
tomar licor, no fumar, no bailar, no ir al cine, no jugar naipes. Obviamente
tales exigencias no podían apelar a decisiones éticas de convicciones maduras.
Eran simplemente imposiciones legalistas de su propia sub-cultura.
Las diferentes misiones
identificadas mayoritariamente como Evangélicas que llegaron al pacifico de
Nicaragua en el siglo XX no escaparon de beber de esta fuente Teológica, aunque
con matices y adaptaciones al contexto socio cultural y político de la época,
se enrumbaron en conservarlo y arraigarlo hasta nuestros días. Esto ha valido
para que en muchas ocasiones de acontecimientos históricos, las posturas de
Lideres Evangélicos sean el motivo de entorpecer el camino de una Iglesia más
dinámica y portadora de una misión que responda a la sociedad. La moral
Individualista ha pervertido el desarrollo de una cultura de dialogo con los
desafíos sociales, las prohibiciones impuestas por una doctrina retrograda y
represiva ha restringido que exista un desarrollo del pensamiento crítico, avalando
aquí la antigua disputa con las Ciencias como surgió en el siglo XIX.
El Neo-Pentecostalismo, que
también nos llegó más recientemente, dominó en gran medida la agenda
tradicional Evangélica, que representan una mezcla de autoridad Política y
Religiosa, lo que no es nada nuevo en la historia del cristianismo, pero que
despertó la ambición de muchos líderes para formar sus propios proyectos,
llamados ministerios independientes. La configuración de mega-iglesias, una
belleza tecnócrata en la Liturgia, imagen de éxito muy parecida a los Magnates
de las Corporaciones Transnacionales, Nepotismo en la dirección del proyecto
donde el líder y su familia son la única autoridad. No nos extraña que este
modelo haya avanzado y posesionado tan rápido y con una gran aceptación, cuando
el sistema político que nos rige hasta este momento ocupa los mismos fundamentos.
Este modelo
piramidal-vertical en la estructura de poder religioso, en definitiva, produjo
logros al Gobierno Ortega-Murillo quien se ha proclamado así mismo cristiano,
ya que le permitió cooptar a muchos liderazgos evangélicos. Suma a esto la participación
en el presupuesto del estado de muchos de estos pastores quienes frecuentemente
alababan (con su autoridad religiosa) cada proyecto, principalmente los de
perfil populista de este Gobierno. Una clara manifestación del convenio.
Lamentablemente este modelo
imperó lo suficiente para crear una
imagen pública ausente de incidencia y menos crítica de la Iglesia Evangélica. Haciendo
uso una vez más del recurso tradicional del Fundamentalismo e invisibilizando
cualquier posición contraria a los poderes políticos de turno, ya que a la
vista pública provenía del pueblo Evangélico. Aquí se usa el modelo populista,
otra característica de este sistema.
Louis Kussuth político y
jurista Húngaro ha definido que los Absolutos en estas estructuras de poder son
-Espíritus Enervantes, que potencian el debilitamiento. Este contexto actual de
crisis en parte es también el resultado de esa enervante fuerza, que suprimió
todo intento de reestructurar, proponer y en el utópico anhelo transformar los
males sistémicos. Los objetivos de estos proyectos paralelos que hemos
identificado, hoy se ven sin embargo irremediablemente revertidos y es allí
donde comienza la crisis en su estado clínico. Los cuestionamientos no se hacen
esperar, el despertar del pensamiento crítico debilitado se expresa de forma
libre y esto conlleva en el derrumbe de la estructura aparentemente bien
sustentada y verdadera.
En la defensa, los líderes
evangélicos se han replegado en dos grupos. 1- los que mantienen su posición
pro gubernamental, y fiel al compromiso monetariamente contraído, 2- aquellos
que se han arropado de nuevo del Fundamentalismo Evangélico, en una de las
expresiones más simplistas y tristes –neutralidad- en esto hacen uso de una
serie de referencias Bíblicas muy comunes de esta Teología y también el culto
penitente de ayunos y oración. Ocupándose aquí como escudos de protección ante
la inminente crítica social.
Se opaca el futuro de la
Iglesia Evangélica en Nicaragua tomando en cuenta estos dominios, pero no me
cabe duda que la Fe y la Esperanza genuina del pueblo no decaerán nunca. Los
jóvenes quienes han tomado el protagonismo en esta Revolución Social pacifica- y no temo a asegurarlo pues ya hay un gran consenso
bastante amplio para definirla así- también hoy exigen un cambio integral en
estos modelos eclesiales. El Fundamentalismo está llegando al límite, no
respondió antes y menos ahora. Los Líderes tendrán que revisarse y reivindicarse
con su pueblo que depositó confianza en ellos. De lo contrario están destinados
a desaparecer y quedar en el recuerdo como una generación fracasada y cómplice
del mal.
Para repensar y allanar el
camino es necesario reavivar la Ética, tomare aquí el concepto a mi juicio muy
pertinente del Teólogo Hans Kung. Cuando Kung habla de este tema no está
hablando del nacimiento de una nueva ideología, menos de principios religiosos
fuera de los ya conocidos hasta hoy. Tampoco de fundamentos éticos de tipo
Aristotélicos, Kantianos o Tomista. Es decir no puede proponer como una super-estructura,
sino como algo mucho más vinculante, un Ethos de la humanidad, que enlaza lo
que tenemos en común. Como recursos que facilitan la sana convivencia y de la
cual se emanan procesos de equidad en la construcción de la sociedad y el
mundo.
La Fe y la Praxis
indudablemente pasan por allí, una Ética desde la Fe es posible a la luz de la
realidad que hoy vivimos con una insurrección popular cívica, actos de
solidaridad entre el pueblo, solo el pueblo salva al pueblo es una frase que
hoy leemos mucho, y que está perfectamente vinculada en la dura tarea que nos
toca enfrentar hoy. Pero debe ser también la Reflexión viva de la comunidad, la
Iglesia que quiere seguir el Evangelio. La Ética en la paz con Justicia anhelo
de la Nicaragua de hoy.
Acciones concretas a favor
de las víctimas del sistema represivo es la que demandaron, en un primer
momento, muchos feligreses, pero tropezaron y se encontraron con el tranque más
grande que pudieron tener: el de líderes eclesiales plegados al gobierno o con
discursos de neutralidad.
La decepción y
adormecimiento se ha transformado en fuerza para el despertar de la conciencia,
que dará como resultado una Ética desde la fe liberadora, en la cual podamos participar lejos de estas
estructuras políticos-religiosas decadentes y opresoras.
NOTA: El autor no deja claro la relación entre "los absolutos de la estructura de poder" con la categoría de fundamentalísmo. Tampoco aclara cómo se relaciona el modelo prebendario, por un lado, y neutral por otro, con el enfoque fundamentalísta de los liderazgos evangélicos. Además de generalizar mucho. Pero es muy interesante la lectura que trata de proponernos alrededor de una ética cristiana humanista frente a modelos de relación político-religiosa corruptos dentro del liderazgo evangélico; y cómo esto puede estar vinculado con el paradigma fundamentalista. Por ello lo reproduzco.
De acuerdo con lo indicado en la Nota. Sin embargo, su artículo esta sustentado en hechos que vemos en nuestra realidad y que no requiere interpretación para codificar su significado. Una ética desde la fe es posible siempre y cuando se forme la conciencia critica en los cristianos para correr la cortina y ver lo que hay de fondo; de manera que no se viva en la oscuridad sembrada por quienes desean que las grandes mayorías permanezcan en ese estado.
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