ÉTICA CRISTIANA Y PANDEMIA
Edward Salazar Cruz (2021Profesor de la Escuela de Maestría en Ciencias Bíblicas y Teológicas. Universidad Evangélica Nicaragüense Martin Luther King Jr.
El Teólogo Protestante de la Universidad de Princeton, Paul Ramsey (1913-1988), sostenía en su teología ética (1961), que hay dos actitudes o reglas básicas que debemos considerar frente a cuestiones prácticas.
Una, es la regla del acto-agapismo, que consiste en decir lo que debemos hacer en una situación particular simplemente aclarando los hechos de esa situación y luego preguntando qué es lo más amoroso o la cosa más amorosa para hacer en ella.
La segunda regla, es la del agapismo que consiste en lo que debemos hacer, no preguntando qué acto es el más amoroso, sino determinando qué reglas de acción encarnan más el amor.
A veces, no debemos hablar mucho, sino actuar con sentido común y lleno de mucho amor.
Joseph Fletcher (1905-1991), profesor de ética social en la Escuela de Teología Episcopal de Cambridge (Massachusetts), líder de la Ética de Situación (1966) enseño que el amor es la única norma del comportamiento. El amor justifica los medios. Lo que es a la luz del amor, muestra lo que debería ser.
José Míguez Bonino, teólogo sudamericano en su obra Ama y haz lo que quieras (1972), nos enseñó que en virtud que en la raíz del amor, no hay egoísmo, los medios deben corresponder al amor. El camino del amor es la justicia, es el bien común. El que ama cuida, protege y preserva y lo hace por los medios del amor a fin del amor.
El amor no quita conocimiento. El mundo humano organizado tal y como lo conocemos tiene su base en el egotismo, es decir, en el conjunto de diversos intereses con el cual se organiza. La conciencia de la precariedad moral se vive contextual y situadamente.
Todo esfuerzo humano está destinado a la ley de la derrota y solo asi podemos comprender que Dios se revela en los acontecimientos catastróficos de la historia, el esfuerzo de excederse a la soberanía de Dios produce la muerte del ser humano.
Reinhold Niebuhr (1892-1971), uno de los teólogos protestante más prestigioso de los EEUU en el siglo XX, profesor de Union Theological Seminary en NY, en su ética Cristiana (1935), indico: “Cualquier cosa que no sea el amor perfecto en la vida humana es destructivo para la vida”.
Otro gran teólogo de Union Theological Seminary, Paul Louis Lehmann (1906-1994) en su obra la Ética Cristiana en Contexto (1963) afirmo: “la decisión que produce la moralidad del acto en su origen va más allá a cualquier individualismo, porque su formación se da el contexto de la comunidad cristiana”.
Todo lo anterior muestra que la mejor manera de enfrentar el impacto que tiene el Covid 19 en nuestras vidas personales, familiares y comunitarias es:
• Primero, pensar en nuestra vida y en la vida de los otros con amor, actuando entre los otros y frente a los otros con amor, cuidado y comprensión.
• Dos, estar conscientes que nuestra condición moral particular no siempre estará acorde con un comportamiento social amplio tendiente a un comportamiento destructivo. Basta ver que los Gobiernos, empresas farmacéuticas y las grandes colectividades actúan de formas tan incompatibles con las normas de cuidado que no solo procuran la auto-destructividad sino minar aun la voluntad de los que particularmente se cuidan.
• Tres, solo una conciencia de comunidad cristiana nos ayudara a superar el individualismo y la irresponsabilidad.
La ética cristiana, no es un código, sino un dinámico relacionamiento de amor obediente.
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